De izquierda a derecha: Watson, Skinner y Pavlov. Foto de edición propia. |
Sus orígenes y materia de estudio
“… una rama puramente objetiva y experimental de la ciencia natural. Su objetivo teórico es la predicción y el control de la conducta. La introspección no forma parte esencial de sus métodos… El conductista… no reconoce una línea divisoria entre el hombre y el animal. El comportamiento del hombre, con todo su refinamiento y complejidad, forma solo una parte del esquema total de investigación del conductista” (p. 158).
Para los conductistas, una de las características centrales en sus posturas y estudios era su énfasis en el ambiente. Si bien este autor, ya se había referido en reiteradas ocasiones, acerca de los factores biológicos —en el que hizo énfasis en los neurofisiológicos— en sus trabajos con animales, con niños, y con adultos, su interés principal se dirigió hacia el papel del ambiente. De allí surgiría su ya conocida frase sobre este tema, en el que señaló:
“Dadme una docena de niños sanos y bien formados y mi mundo específico para criarlos, y yo me comprometo a tomar cualquiera de ellos al azar y entrenarlo para que llegue a ser cualquier tipo de especialista que quiera escoger: médico, abogado, artista, mercader y si, incluso mendigo y ladrón, sin tener para nada en cuenta sus talentos, capacidades, tendencias, habilidades, vocación o raza de sus antepasados” (Watson, 1930, p. 104).
Son este tipo de radicalismos en sus posturas, por el que muchos toman sus postulados como meras aportaciones ‘ingenuas’. Pero no hay que negar el hecho que, los seres humanos son modificables, hoy no muchos consideran a la biología como un destino insalvable. Muchos comparten la creencia actual que, se puede hacer un ser humano cada vez mejor y una sociedad cada vez mejor, obviamente, si es que decidimos hacerlo.
Su mayor contribución en el campo psicológico, es su postura hacia la objetividad. Por ende, fue posible que con el paso del tiempo, estas ideas se extendieran hacia otros contextos culturales. No hay mucho espacio para la duda en que respecto a la concepción científica de la psicología en la modernidad —tanto en el mundo académico como en el mundo aplicado—, se deben a sus aportes.
Watson en la posteridad
Es en su conceptualización acerca de la psicología como ciencia del comportamiento, que debe concebirse como un campo de investigación sobre problemas objetivos y su lucha contra las especulaciones de variada índole, es el hecho por el que más se le recuerda en el mundo académico.
Fue un hombre de altibajos, pero que cambió su época. Si hubiese una especie de evaluación objetiva e histórica de su legado, podrían ser las palabras de Gustav Bergmann su resumen ideal:
“Solo inferior a Freud… Watson es la figura más importante en la historia del pensamiento psicológico durante la primera mitad del presente siglo… Entre los psicólogos, la sólida base que fue la contribución de Watson se ha aceptado ampliamente; sus errores se han olvidado… Watson no es solo un psicólogo experimental…, sino también un pensador sistemático… un metodólogo. Es en esta área en la cual realizó su contribución más importante”.