Este es un texto, una breve reflexión y recordatorio para quienes aún con títulos profesionales siguen defendiendo un reduccionismo dañino y miope. El caso de hoy: el de la depresión como un desequilibrio bioquímico. Cómo hacen daño esas posturas y defensas de los psiquiatras con esas recetas obsoletas y ya ineficientes.
Venga, pero ¿a qué viene esto? De muchas publicaciones de Doctores en Twitter que siguen con el mismo discurso. Lo peor es que sus pacientes son los que más pagan los platos rotos. Hablemos un poco de este trastorno psicológico. (Además, le dejaré al lector una pequeña bibliografía al final de este texto para que se pueda informar un poco mejor de la contundencia de los estudios y tratamientos científicos que existen en psicología al respecto. Lo que siga de ahí en adelante, será todo ganancia).
La depresión es una de las condiciones de salud mental más comunes en todo el mundo. A menudo, se ha abordado la depresión como un desequilibrio bioquímico en el cerebro, lo que ha llevado a un enfoque reduccionista en el tratamiento. Ya sea por seguir las dinámicas económicas que, son en últimas, las que financian y sustentan muchos de los estudios, investigaciones y profesionales de la Psicología o por falta de una visión más amplia de estos problemas. Sin embargo, lo que importa aquí, es que este enfoque ha sido criticado por muchos expertos en el campo de la psicología y de la misma psiquiatría.
La idea detrás de esto sobre que la depresión es simplemente un desequilibrio bioquímico se originó en la década de 1950 con el descubrimiento de que ciertos medicamentos, como los antidepresivos tricíclicos, podían ayudar a aliviar los síntomas de la depresión.
Desde entonces, ha habido un esfuerzo constante para identificar y aislar las posibles causas bioquímicas de la depresión, incluidos los niveles de serotonina, norepinefrina y dopamina en el cerebro. Esta búsqueda ha llevado a una teoría popularizada de que la depresión es simplemente un desequilibrio bioquímico en el cerebro, y que la solución está en la corrección de estos desequilibrios mediante el uso de medicamentos antidepresivos.
Sin embargo, esta teoría ha sido cuestionada por algunos investigadores que han encontrado que la eficacia de los antidepresivos es limitada y que los resultados de los estudios sobre el desequilibrio bioquímico son contradictorios. Además, otros estudios han demostrado que la psicoterapia puede ser tan efectiva como los antidepresivos en el tratamiento de la depresión, lo que sugiere que el enfoque reduccionista de la depresión como un desequilibrio bioquímico es insensato y hasta ineficiente (por los mismos efectos que suelen ocasionar en la vida de las personas que los adquieren por recetas de sus psiquiatras).
Por mencionar, solo algunas alternativas a esos antidepresivos, la terapia cognitivo-conductual (TCC) otorga u ofrece uno de los tratamientos psicológicos más efectivos para la depresión. La TCC se basa en la idea de que los pensamientos, sentimientos y comportamientos están interrelacionados y que cambiar uno de ellos puede tener un efecto positivo en los otros. Durante la terapia, los pacientes aprenden a identificar y cambiar sus pensamientos negativos y autodestructivos, lo que a su vez reduce los síntomas de la depresión.
Otro enfoque científico efectivo en el tratamiento de la depresión es la terapia interpersonal (TIP). La TIP se centra en las relaciones interpersonales y en cómo los problemas en estas relaciones pueden contribuir a la depresión. Durante la terapia, los pacientes aprenden habilidades de comunicación y resolución de conflictos para mejorar sus relaciones interpersonales y reducir los síntomas de la depresión.
De esta manera, Sin ahondar y sin extenderse demasiado en esto, podemos decir que, el enfoque reduccionista de la depresión como un desequilibrio bioquímico en el cerebro es insensato. Si bien los medicamentos antidepresivos pueden ser útiles en algunos casos, la terapia psicológica es igualmente efectiva y puede tener efectos duraderos en la salud mental de los pacientes y los hace menos dependientes. La TCC y la TIP son dos enfoques científicos efectivos en el tratamiento de la depresión que se centran en los pensamientos, sentimientos y comportamientos de los pacientes, y en sus relaciones interpersonales.
Como lo prometido es deuda, aquí hay algunas fuentes, autores y libros que explican y evidencian la eficacia del enfoque cognitivo-conductual y de la teoría de las relaciones interpersonales en el tratamiento de la depresión:
- Beck, A.T. (1979). Cognitive Therapy and the Emotional Disorders. New York: International Universities Press. Este libro es considerado uno de los textos fundacionales del enfoque cognitivo-conductual en psicoterapia y explora la relación entre los pensamientos y emociones.
- Dimidjian, S., & Hollon, S. D. (2010). How would we know if psychotherapy were harmful?. American Psychologist, 65(1), 21-33. Este artículo discute la eficacia del enfoque cognitivo-conductual en el tratamiento de la depresión y otros trastornos mentales, y también explora las posibles limitaciones y desafíos.
- Joiner Jr, T. E. (1999). The Interpersonal-Psychological Theory of Suicidal Behavior: A Conceptual Framework and Empirical Evidence. En Theories of Suicide (pp. 1-26). Springer, Boston, MA. Este artículo presenta la teoría de las relaciones interpersonales y su relación con el comportamiento suicida.
- Cuijpers, P., van Straten, A., Warmerdam, L. (2008). Behavioral activation treatments of depression: A meta-analysis. Clinical Psychology Review, 28(3), 308-316. Este artículo presenta una revisión sistemática de estudios sobre la eficacia del enfoque cognitivo-conductual, específicamente la activación conductual, en el tratamiento de la depresión.
- Lebowitz, M. S., & Appelbaum, A. H. (2017). Panic disorder and agoraphobia. En Handbook of Evidence-Based Psychotherapies (pp. 285-308). Springer, Cham. Este capítulo de libro presenta la teoría de las relaciones interpersonales y su relación con la depresión, así como las estrategias terapéuticas que se pueden usar para mejorar las relaciones interpersonales y reducir la soledad.
Es importante tener en cuenta que hay muchos otros autores, libros y estudios que también exploran estos temas. Estos son solo algunos ejemplos para comenzar.