Robert De Niro como Bob Patiño en 'Hola, Señor Thompson'

“Escribimos para saborear la vida dos veces: en el momento y en retrospectiva.”
– Anaïs Nin

¡Ay, no. Dios mío! alguien me quiere matar. Soltó en un grito sostenido al leer en una carta escrita con sangre, en la que rezaba sencillamente: “Te voy a matar”. Al ver el destinatario de la carta, volvió a respirar profundamente cuando vio que no era para él y dijo: “Ah, es para ti, hijo”. Así es el comienzo de uno de los mejores capítulos de los Simpson, titulado: Cabo de miedosos en la traducción latina. Lo que no muchos saben éste capítulo es la adaptación animada de la muy conocida película de Scorsese e interpretada por Robert De Niro, quien es un excombatiente psicópata que sale de la cárcel después de cumplir una larga condena buscando venganza de su abogado, logrando sumergirle a él y a su familia en una pesadilla por la mala labor de quién considera lo abogó mal.


Foto de edición propia.

El argumento tanto del capítulo de los Simpson como el de la película se mantienen en que los personajes y el hilo conductor es el plan de venganza del convicto que recién recupera la libertad. Obviamente, Matt Groening lo hace con su toque de humor característico en su serie y guardando la relación de la historia entre Bart y Roberto Zabaleta. 


Desde un principio, la critica especializada calificó el protagónico que lo desenvuelve Robert De Niro como una actuación para enmarcar, aún sin ser su más grande obra de arte. Ello hizo que, se lograra disimular la ‘construcción’ estereotipada del personaje. 

Recién inicia la película, el protagonista Max Cadi (De Niro) se encuentra haciendo ejercicios en su celda con el torso desnudo y dejando ver muchos tatuajes, en la parodia de los Simpson es una de sus sátiras, cuando Roberto Zabaleta —Bob Patiño, en cuestión muestra los suyos todavía más tosco, como ese que le ocupa todo el pecho: Die Bart, Die. (Muere Bart, Muere).


Una de las partes más llamativas en ambas obras, es que la familias acosadas, en un intento de escapar del asesino que los acecha, deciden emprender una aventura hacia un río que también se llama así: Cabo de miedo. 

En el capítulo de los Simpson, una de las mejores escenas tiene que ver con este detalle y encierra quizás, como solía ser habitual en las mentes agudas de los antiguos guionistas es otra referencia implícita. Homero y su familia tienen que elegir dónde esconderse. Las opciones son: El lago del terror, Campo del horror o Ciudad Gritos. Todos pésimos augurios como el título de la película. Quizá la parte más recordada por sus fanáticos de este capítulo, es cuando los encargados de protección de víctimas intentan que Homero acepte su nueva identidad, el apellido Thompson, que coincide con el del director de la primera adaptación cinematográfica. 
 

Cuando le diga Hola, señor Thompson y le pise el pie. Usted dice: Hola. ¿Entendió?”

En los Simpson, el infierno que intenta hacerles vivir el malhechor, lo termina viviendo él también por las actuaciones excéntricas de los personajes. Esto debido a que él decide irse atado bajo la carrocería para no ser descubierto por la familia, pero termina recibiendo golpes producto de que Homero pasa por todos los baches posibles, recibir encima café caliente que Homero no quiere tomarse. Además de ser pinchado por los cactus del desierto y hasta luego ser aplastado por un desfile que pasaba por allí. Todo ello haciendo que la trama sea dramática y divertida al mismo tiempo. 

Ahora bien, la música y la ambientación sumergen, envuelven y enganchan en las dos obras.  Y luego somos testigos, del error de los antagonistas de siempre, encerrarse en el clásico monólogo de narrar todo su plan, para así darle tiempo al otro de contra-atacarle. Es tal la ironía de ello, que a Bart le da tiempo de presenciar una opera en la proa.  

Quién haya visto los Simpson sabe que es un capitulo clásico y muy bien logrado. Y si quieren darle otra mirada al mismo, nada como ver la buena película de la que fue inspirado. 
Camina hacia el futuro

Yeisson X

Médico especializado en Neurología. Abogado con énfasis en Derecho Penal. Bueno, todo eso querían en mi familia. Estudié Comunicación Social – Periodismo, escritor y buen amante.