Caravaggio el pintor rebelde

“Escribimos para saborear la vida dos veces: en el momento y en retrospectiva.”
– Anaïs Nin
Él fue verdad, valentía, revolución y sagacidad, pero también, fue un canalla, un rebelde, un criminal, un asesino, un violento e un indecoroso; y sin embargo, un genio de la pintura. Hoy muchos lo ubican dentro de los 10 más grandes artistas de todos los tiempos. No termina de ser irónico el recordar que, el fin de su vida le halló en una fría madrugada, solo y enfermo, y de los miles de admiradores que tuvo —y que consiguió cosechando aún después de su muerte—, al final de todo, solo obtuvo los aplausos y ovaciones de las olas del mar que le acompañaban en el viaje de vuelta a Roma, mientras débil y casando se intentaba aferrar con sus últimas fuerzas al único lienzo que aún no le habían robado.
Michelangelo Merissi da Caravaggio(1571-1610). Foto de edición propia. 
Michelangelo Merisi da Caravaggio nace el 29 de septiembre de 1571 en la ciudad lombarda de Caravaggio, situada al este de Milán, Italia. De este artista no solo se conocen sus maravillosa obras, sino también algunos datos trágicos como el que narra su biógrafo, y por un retrato del propio Caravaggio que se “perdió”

éste llegó a Roma en 1592, desnudo y extremadamente necesitado, sin una dirección fija y sin provisiones… 

Al llegar a la capital italiana, se dice que éste contactó con Giuseppe Cesari, conocido por ser el “pintor de flores y frutos” de la cámara del papa Clemente VIII. Éste último fue quien le ofreció un trabajo en su taller de pintura. Allí Caravaggio pintó varios cuadros entre los que destacan ya algunas de sus obras que le darían prestigio en el ámbito artístico, estas fueron: el Muchacho pelando frutaCesto con frutas y un supuesto autorretrato que tituló Baco.

Baco, Caravaggio. 1598.


Muchacho pelando fruta, Caravaggio. 1592.

Pese a ser uno de los pintores más valorados de la ciudad, Caravaggio encontró algunas dificultades para recibir encargos por su carácter polémico. Es que, La figura del artista está llena de muchas anécdotas de su personalidad, por ejemplo, uno de sus primeros biógrafos, el escritor Karel van Mander dijo, 

Caravaggio trabajaba intensamente durante un par de semanas y luego se pavonea durante un mes o dos con un sable a su lado…siempre listo para pelearse o discutir, por lo que cada vez es más difícil llevarse bien con él.
Sin los archivos judiciales que le envolvieron constantemente, no tendríamos tanta idea acerca de la personalidad de este gran artista y como ello moldeó su arte. Es bien conocido que, a principios de 1600 —en una de sus etapas de mayor producción artística en su vida— fue llevado a juicio al menos en 11 ocasiones por cargos diferentes cargos menores. Sus biógrafos explican que entre estos delitos ostentaba el haber insultar con improperios a un policía y hasta lanzarle un plato de alcachofas en la cara a un mesonero.

Sus andadas rebeldes e ilegales, le conllevaron a que en 1606 tuviese que fugarse de aquella ciudad donde moraba, al matar a un hombre durante una riña, la cual se indica tuvo lugar durante un juego muy parecido al tenis primitivo. Caravaggio tuvo que pasar el resto de su vida prófugo antes de colapsar y morir en 1610 cuando viajaba de vuelta a Roma para solicitar un indulto papal.

David vencedor de Goliat, Caravaggio. 1600.

El momento en que mayor brilló su carrera,  él se hallaba en una época en el que el renacimiento llegaba de a poco a su final. Enmarcado en ese contexto, Caravaggio empezó a utilizar en sus obras, técnicas tenebristas —véase las obras aquí referenciadas, como ejemplo clarificador de ello—, las cuales seguramente, reflejaban de mejor manera su personalidad oscura. Uno de los elementos que más resaltan en sus obras, es el uso expresivo de las sombras, que le permitió buscar inspiración en la vida misma, por más dura y difícil que esta pudiese ser.

A él le sucedió como a muchos otros grandes. Que al principio sus modos propios de pintar fueron, no fueron entendidos, pero luego, sí fueron muy imitados. Muchos lo califican de iconoclasta, porque a lo santos los pintaba como gente real, sirviéndose de modelos del común. Sus pinturas retrataban a varios santos como mendigos y a muchas vírgenes como prostitutas… Pero, lograba conservar en todos ellos, una fuerte carga psicológica, al hacer resaltar sus rostros con una intensa luz y envolviendo los fondos en tinieblas.

La crucifixión de San Pedro, Caravaggio. 1601.

Se podría decir que sus obras son un reflejo de su vida. Esto debido al hecho que, las mismas luces y sombras que utilizó en sus pinturas, son las que le cubrieron en sus peleas y excesos, su estilo de vida le permitió gozar hasta la última gota de los bajos fondos de Roma.  Sus biógrafos dicen que, Caravaggio nunca llegó a amar, quizá por prudencia de sus modos de ser… Así, en el fondo, después de todo, esa era una forma de tener poco que perder.

David con la cabeza de Goliat, Caravaggio. 1609 – 1610.

Caravaggio murió muy joven y con un gran y profundo legado artístico detrás de sí. A los 36 años partió de regreso a su añorada Roma —después de estar huyendo de sus enemigos, al haber asesinado a un mafioso y de quien habrían jurado sus socios vendetta contra el artista— pero, éste no logró llegar a verla. Murió débil y sólo, aferrándose a una de las pocas obras que aún no le había sido robada.

Camina hacia el futuro

Yeisson X

Médico especializado en Neurología. Abogado con énfasis en Derecho Penal. Bueno, todo eso querían en mi familia. Estudié Comunicación Social – Periodismo, escritor y buen amante.